domingo, 27 de enero de 2013

Villaluenga del Rosario, entre el cielo y la tierra


Villaluenga desde el mirador

 Subiendo por una estrecha carretera sinuosa, que desde la marroquinera Ubrique pasa por Benaocaz, junto a una antigua calzada romana, y cruzar el puerto del Cintillo y Aguas Nuevas, llegamos a el pueblo que corona la provincia de Cádiz, con sus 858 metros sobre el nivel del mar, y es que en el límite de ésta con la serranía de Ronda se encuentra Villaluenga del Rosario, enclavada en lo más profundo de un valle glacial (la Manga de Villaluenga). Este pequeño pueblo, que no llega a los 500 habitantes, se recuesta a los pies del Navazo Alto y mirando a la Sierra de Líbar, en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

Fuente antigua
Calle Vázquez Gutiérrez
























Ayuntamiento de Villaluenga

Su nombre procede, seguramente, de lo alargado de su casco urbano, y el apellido “del Rosario” fue añadido en el siglo XVIII, por la inmensa devoción que se procesaba en el pueblo a su patrona, la Virgen del Rosario. Habitada la zona desde tiempos inmemoriales, como demuestran los restos encontrados en las numerosas cuevas que perforan sus macizos calizos, fue "paso natural fundamental, comunicando los valles de los ríos Guadiaro y Guadalete, el mundo atlántico con el mediterráneo, el Campo de Gibraltar con las sierras interiores y la Andalucía occidental con la Alta Andalucía". 

Estuvo ocupada por los árabes desde el 716 hasta 1.585, año en el que Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz y duque de Arcos, la reconquistó. Tal era su importancia por aquellos tiempos, que el 11 de enero de 1498 fue nombrada capital del señorío de las siete villas (Benaocaz, Grazalema, Ubrique, Archite, Cardela y Aznalmara, además de la propia Villaluenga).

Desde la reconquista hasta la invasión napoleónica, Villaluenga disfrutó de prosperidad económica, tanto es así que llegó a financiar parte de la construcción del puente sobre el Tajo de Ronda, aportando 10.000 ducados. En aquellos tiempos destacaba por su industria textil y la fabricación de tejas, perdidas ambas, hoy vive del corcho y de la ganadería, destacando la fabricación de quesos de cabra payoya.

Iglesia del Salvador (cementerio)
Interior de la iglesia del Salvador

























 En la villa (incluida dentro de la ruta de los pueblos blancos) destacan el ayuntamiento, con su particular fachada, la iglesia de San Miguel, la antigua iglesia del Salvador, la plaza de toros y el Museo del Queso. 

Cementerio
La iglesia de San Miguel data de principios del siglo XVI, situada en el centro del pueblo y de planta basilical con tres naves, contiene una capilla bautismal barroca y a la Virgen del Rosario, talla de muy buena factura, y patrona de Villaluenga, como ya hemos comentado. En cuanto a la iglesia del Salvador, de 1722, fue quemada por las fuerzas napoleónicas, y desde entonces se utiliza como cementerio, siendo uno de los lugares más curiosos de la villa. 
Alameda (con la iglesia de San Miguel a la izquierda)

También llama poderosamente la atención la plaza de toros, una de las más antiguas de España y que tiene la peculiaridad de ser poligonal en vez de redonda. Antiguamente no estaba cerrado el graderío, y se decía que era la plaza más grande del mundo al tener sus tendidos en las estribaciones de las montañas.

Plaza de toros
Fuera de las calles blancas de trazado árabe de la villa, al fondo de la Manga, discurre un riachuelo que solo lleva agua en época de lluvias, y que va a desembocar en la “Sima de Villaluenga”, una abrupta cueva que salva un desnivel de 450 metros y de más de 7 kilómetros a través de las montañas de roca caliza, y que sale a la luz de nuevo en la fuente de Ubrique. 

Esto es todo por hoy, pero próximamente recorreremos los Llanos del Republicano, donde descubriremos los bellos paisajes que guarda esta preciosa villa entre el cielo y la tierra.





Sima de Villaluenga
Manga de Villaluenga
 Para saber más:

Lirios en pleno invierno

sábado, 19 de enero de 2013

Paseos Nazaríes (IX): La Iglesia de Santo Domingo

Iglesia de Santo Domingo desde el Realejo


Con esta actualización, y tras empezar a corregir los problemas del blog que me impedían subir más fotos, terminamos la segunda jornada de estancia en Granada, y la más aprovechada. Recordaros que hemos estado en los alrededores de la Plaza Nueva, la Puerta de las Granadas, el Generalife, la Alhambra, el Carmen de los Mártires y el Realejo. Pues bien, hoy bajamos desde el Realejo para visitar una de las iglesias más monumentales de la capital granadina: la Iglesia de Santo Domingo:

Bajada desde el Realejo por la calle Hoteles Belén
Casa en la calle Hoteles Belén

























Calle del Cobertizo de Santo Domingo
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Fundado por los Reyes Católicos el 5 de abril de 1492 por Cédula Real, este antiguo convento de dominicos se erigió en las Huertas de la Almanxarra Alta y Baja y Genianataubín, propiedad de la reina musulmana Fátima Dar-Horra, madre de Boabdil, convirtiéndose en una de las grandes empresas constructivas de la Granada quinientista. Formó parte del Monasterio de Santa Cruz la Real, lugar donde el Tribunal de la Santa Inquisición celebró sus sesiones. Dicen que fue donde vivió Torquemada, uno de los primeros y más duros dirigentes de la Inquisición que trabajaba como Inquisidor General. Estos singulares espacios, enclavados en una plaza melancólica y "seca", también sirvieron durante siglos como lugares de sepultura de familias nobles granadinas.


Cobertizo de Santo Domingo
 La Desamortización del siglo XIX provocó el cambio de uso y la segregación del complejo. Del conjunto original se conserva el claustro grande, que actualmente conforma el núcleo del Colegio Mayor de Santa Cruz la Real; y la iglesia, realizada bajo los principios del gótico final y cuyo camarín, destinado a la Virgen del Rosario, constituye uno de los más logrados ejemplares de camarín barroco hispánico.


Fachada Principal
Comenzó a construirse en 1512 bajo modelos góticos: bóvedas nervadas y coro alto en los pies. Toda la obra es de cantería. La fachada del templo presenta una composición original: un pórtico antepuesto de tres arcos sobre columnas dóricas con heráldica en sus enjutas y una ventana geminada en el lugar que ocuparía el rosetón; todo decorado con pinturas murales realizadas en 1966 por Manuel Maldonado. El fuste del campanario se remata con espadaña. Es de una nave flanqueada por dos colaterales de capillas entre contrafuertes cubiertas por bóvedas de crucería. El cuerpo longitudinal se completa con transepto cupulado, según planta de cruz latina con brazos poco desarrollados.


Interior de la Iglesia de Santo Domingo
En su interior destaca el camarín de la Virgen del Rosario, obra de José de Bada, de mediados del siglo XVIII con decoración de yesería, espejos y bolas de cristal. El camarín fue resultado de la ampliación de la capilla originaria, que por lindar su muro testero con el viario, se erigió parte encima de un cuerpo volado sobre la vía pública salvada por una estructura abovedada (el cobertizo de Santo Domingo), y parte en el solar frontero ocupado por la Casa del Arte del Torcido de la Seda, cuyos vestigios se advierten en el cuerpo inferior del edificio, mientras que la parte restante de la casa gremial está integrada en el conjunto de la residencia femenina de las dominicas.

documentaciongranada.org


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Imágenes de la Hermandad de la Santa Cena de Granada
Altar mayor y Ntra. Sra. del Rosario en su paso (Copatrona de Granada)

Interior de la cúpula de Santo Domingo