miércoles, 31 de octubre de 2012

El Moro de Casina

Hoy os traigo simplemente una historia que me contaron cuando yo era pequeño:



"Cuenta la leyenda que una vez, hace mucho tiempo, hubo un rey moro que se enfrentaba a las tropas cristianas en los alrededores del lugar donde se unen los ríos Guadalete y Majaceite. Tras una gran batalla, el rey Moro se vio obligado a huir junto con sus tropas al lugar en el que les aguardaban las mujeres, sus niños, y todas sus pertenencias. Este lugar no era otro que una cueva, una antigua mina, que según decían ya por aquellos tiempos, habían sido cavadas antes incluso de la llegada de los romanos, en un monte conocido como Casina. En aquel lugar se vieron pues obligados a encerrarse con una gran roca, pues el enemigo los aguardaba fuera.

Así pasaron los días, y aunque no faltaba el agua gracias a la que brotaba por algunas de las paredes, la comida empezó a escasear: primero las frutas y las verduras, y más tarde las gallinas, las vacas, cabras y ovejas… Y viéndose en aquella situación dentro de la oscuridad de la cueva, los soldados preguntaron al rey moro que si podían comerse los cerdos que llevaban con ellos, y éste les contestó que de ninguna manera permitiría que se comieran esos animales, pues era la ley de Alá.

Tras muchas semanas de asedio a la cueva, los cristianos consiguieron abrir la entrada a la cueva y encontraron un panorama dantesco: todos los moros que entraron en ella habían muerto, sin duda de hambre, pero sin embargo no se habían comido a los cerdos que habían llevado consigo.

Por eso, según cuentan, el alma del rey moró no encontró descanso al dejar morir a su gente por no comerse a los cerdos. Desde entonces, en las noches oscuras de luna nueva, se pueden oír los pasos de un caballo al galope, y dicen que si sales a la calle verás que se trata del Moro de Casina, y que te hará una simple pregunta: ¿quieres cerdo? Si dices que no, marchará por donde vino, pero si la respuesta es que sí, te maldecirá y tu alma vagará por esas tierras hasta el fin de los tiempos."



miércoles, 24 de octubre de 2012

Córdoba y San Rafael

Inscripción al pié del Triunfo de San Rafael de la Puerta del Puente

 "Yo te Juro por JesuChristo cruzificado que soi Rafael Angel
a quien Dios tiene puesto por Guarda de esta ciudad"



Fuera de Córdoba, esta ciudad tiene fama de tener una relación muy importante con el Arcángel San Rafael, pero posiblemente no sean conscientes de la dimensión e importancia de ésta, de tal forma que el Arcángel deja su huella en historias y costumbres, toponimia, arte, patrimonio, nombres, etc. Así que hoy trataré de haceros ver el por qué de esta devoción en Córdoba y sus consecuencias en la ciudad.

Procesión del Arcángel San Rafael
Cuenta la leyenda que en el siglo XVI, cuando la peste asolaba la ciudad, el Arcángel se le apareció en sueños en repetidas ocasiones al padre Andrés de las Roelas, cuando estaba gravemente enfermo. En estas apariciones San Rafael le decía que él salvaría a la ciudad de la peste, y poco después de la última de estas apariciones los cordobeses dejaron de morir por la peste, así que se nombró al Arcángel San Rafael Custodio de la Ciudad de Córdoba. Otro de los milagros atribuidos al Arcángel es la identificación de las reliquias de los Santos Mártires aparecidas en Iglesia de San Pedro. El mismo padre Roelas, aún convaleciente, decidió salir a pasear. Sin apenas darse cuenta llegó al quemadero y allí vio tres figuras, dos hombres y una mujer que irradiaban gran luz. Al acercarse a él, uno de ellos le habló de San Acisclo y Santa Victoria confirmándole que los restos hallados recientemente les pertenecían.

Tanta es la importancia pues que tiene San Rafael en la conciencia colectiva de la ciudad, que muchos creen que el Arcángel es el patrón de la ciudad, cuando en realidad lo son San Acisclo y Santa Victoria, dos hermanos que fueron los primeros mártires del cristianismo en la antigua Córduba. Otro dato de interés es que los dos días de fiesta locales son los de la Virgen de la Fuensanta y San Rafael, el cual se celebra hoy 24 de octubre, privilegio que conserva gracias a su gran devoción (actualmente las festividades de los arcángeles San Rafael, San Miguel y San Gabriel están reunidos en el 29 de septiembre).

Detalle del Triunfo de San Rafael de la Plaza de la Companía
Otra de las curiosidades es que el nombre de Rafael es el más común entre los cordobeses, tanto es así que es muy difícil encontrar una familia, un lugar de trabajo, un aula o cualquier otro ámbito en el que no haya uno más hombres llamados Rafael. Por otra parte el nombre de Rafaela ha sido históricamente muy importante, aunque actualmente se da menos.

Toda esta devoción encuentra también su reflejo en las calles y los monumentos, así podemos encontrar la Iglesia del Juramento de San Rafael, sita en la plaza de San Rafael, levantada en el lugar donde el Arcángel se presentó al padre Roelas y que se consagró en 1806, de estilo neoclasicista. Además es frecuente encontrar diferentes esculturas, retablos y azulejos dedicados al Custodio, entre las que destacan los 7 triunfos de San Rafael (esculturas del Arcángel sobre un alto pedestal, a modo de columna). Así también podemos encontrar el Puente de San Rafael que cruza el Guadalquivir, el estadio de fútbol y uno de los principales centros comerciales.

Actualmente, es costumbre que en el día de San Rafael, los cordobeses vayan al campo a hacer peroles (un arroz o guiso cocinado en un perol, que es parecido a una paella pero más profundo), así como ir a visitar al Arcángel en la Iglesia del Juramento.

Como habréis podido comprobar hay una relación casi obsesiva por San Rafael en Córdoba, pero forma parte de la idiosincrasia de esta ciudad, y una bandera y motivo de orgullo para sus ciudadanos.

Triunfo de San Rafael de la Puerta del Puente
Triunfo de San Rafael de la Plaza de la Compañía
Triunfo de San Rafael de la plaza del Conde de Guadalhorce

Triunfo de San Rafael de la plaza de los Aguayos

Triunfo de San Rafael de la plaza del Potro

Estatua de San Rafael del Puente Romano

Estatua de San Rafael en la Fuenseca

Estatua de San Rafael coronando la fachada de la Iglesia del Juramento

Estatua de San Rafael que corona la torre-campanario de la Catedral (antigua Mezquita)

Estatua de San Rafael en el arco de entrada a la calle Junio Galión

Iglesia del Juramento de San Rafael

Puente de San Rafael
¡Sin más, os quiero desear un feliz día de San Rafael, y felicidades  a todos los cordobeses y cordobesas y, por supuesto, a todos los Rafas!

jueves, 18 de octubre de 2012

Romance

 Hoy os dejo simple y llanamente con el "Romance de la Guardia Civil Española", de Federico García Lorca, y cuatro fotos de Jerez...

Calle interior de las bodegas Fundador Pedro Domecq

Romance de la Guardia Civil Española

Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.

        
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vió y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.

         
Calle Doña Felipa
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.

         
La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna, soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.

        
¡Oh ciudad de los gitanos!
En las esquinas banderas.
Apaga tus verdes luces
que viene la benemérita.
¡Oh ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.

        
Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo, se les antoja,
una vitrina de espuelas.

         
Patio de Armas del Alcázar de Jerez
La ciudad libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.
Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.
En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios,
gime sentada en su puerta
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.
Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.

         
¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
juego de luna y arena.



Detalle del suelo del Patio de Armas del Alcázar
 ¡Un cordial saludo y hasta la próxima!

viernes, 12 de octubre de 2012

Paseos Nazaríes (VII): Vistas de la Alcazaba



En la actualización de hoy nos dedicaremos a recorrer al Alcazaba de la Alhambra y a disfrutar de las vistas que obtenemos desde ella. Pues comenzamos junto a la Puerta del Vino, donde nos quedamos en el último capítulo, y desde el que vemos como se levanta de forma imponente la Alcazaba.

Acceso a la Alcazaba, con las torres Quebrada (izquierda) y del Homenaje (derecha)
Su acceso se hace a través de una pequeña puerta situada al pie de la Torre Quebrada y de la Torre del Homenaje, a través de un estrecho pasillo que circunda la base de ésta última en un suave ascenso. Un simple muro obliga al paso en recodo, oculta a su vez el portón que abre en la muralla, de forma que éste no puede ser visto desde el exterior.
Acceso abovedado a la Plaza de Armas
 



A través del portón se entra en un espacio interior abovedado que obliga a nuevos recodos, cuyo extremo, antes de desembocar en la Plaza de Armas, se encuentra abierto para permitir el control y el eventual hostigamiento desde la parte superior. 

En este corredor cubierto se encuentran dos accesos, uno a las plantas baja y subterránea de la Torre del Homenaje y el otro, a la subida al adarve de la muralla y a la misma Torre, mediante una estrecha y empinada escalera abovedada. 

Esta entrada a la Alcazaba no era la única, pero sí tal vez la más importante, pues a través de ella la guardia se distribuía por todo el recinto de la Alhambra, así como también servía para enlazar con el antemuro o camino de ronda que circundaba por completo la Alcazaba.




La zona intramuros de la Alcazaba es la que se conoce en las fortalezas medievales como Plaza de Armas, en general un lugar destinado a paradas militares en tiempo de paz y a establecer la defensa en el momento de la batalla, es por tanto espacio abierto y diáfano, sin apenas construcciones. Sin embargo, la Alcazaba de la Alhambra, como recinto integrado en otro mayor, era un área residencial para la guarnición de élite al servicio del Sultán, para la vigilancia y control permanente de la ciudad palatina, que actualmente se conoce con el nombre de Barrio Castrense

Barrio Castrense de la Alcazaba de la Alhambra
La Torre del Homenaje y la Torre Quebrada, junto con las murallas, desde lo alto de la Puerta de las Armas
De hecho es una pequeña ciudad, con una estructura urbana semejante a la de cualquier barrio de una población hispano-musulmana. Una estrecha calle recorre todo el recinto, separándolo en dos espacios diferenciados. 

Torre de la Vela
Al norte se apiñan muros y pavimentos de forma irregular que corresponden a varias casas de diferente tamaño pero idéntica estructura: son las viviendas de la guardia de élite que residía en el recinto, incluso con sus propias familias. 

Al otro lado, muros de semejantes características a los de las casas pero con una distribución más homogénea y regular, con patios más amplios a cielo abierto, posiblemente testimonian la presencia de almacenes o de espacios para la tropa. 

Desde allí podemos acceder a distintas zonas de este complejo defensivo, como a la Torre de la Vela, punto más al oeste de la Alhambra y desde el que se domina desde lo alto toda la ciudad de Granada. Otro punto interesante es la Puerta de las Armas, que se constituía en la antigüedad como principal punto de acceso a la Alhambra desde el interior del recinto amurallado de Granada, de ahí sus grandes dimensiones. Por último desde los aledaños a la Torre de la Vela podremos acceder al Jardín de los Adarves, que entre se encuentra en la terraza formada por dos murallas en la zona sur de la Alcazaba, y desde donde acabaremos llegando de nuevo a la puerta de acceso, y a la Puerta del Vino.


Sobre la muralla, el Jardín de los Adarves




A continuación os dejo con algunas de las vistas desde la Alcazaba:


Abadía del Sacromonte (arriba) conectada con la ciudad por una muralla

Convento de Santa Catalina de Zafra


Vista sudeste. Al fondo se aprecia el Veleta, tercer pico más alto de la P. Ibérica, tras su vecino el Mulhacén y el Aneto (en los Pirineos, con 3.395 metros

Museo de las Ciencias de Granada. La localidad de Armilla

Plaza Nueva de Granada, con la Chancillería (actual Tribunal Superior de Justicia de Andalucía)

Barrio del Albaicín

Granada, en primer plano las Torres Bermejas y el entorno de la Puerta de las Granadas

Catedral de Granada

Esto es todo por hoy, tan sólo resta felicitar a todos los españoles e hispanos, a las pilares, a los maños, a los militares y a la Unión Europea (por aquello del Nóbel de la Paz).

¡Feliz día de la Hispanidad! ¡Feliz día del Pilar!


Banderas de Europa, Andalucía, España y Granada en lo alto de la Torre de la Vela
Fuente: http://www.alhambra-patronato.es