miércoles, 30 de mayo de 2012

Flores y letras

Para empezar, quiero disculparme por no actualizar en practicamente en un mes, pero ya sabéis que para los estudiantes estas fechas son muy malas. Bueno, como ya digo en el título, hoy vamos a tener una actualización doble: primero os dejo unas reflexiones, podríamos llamarlo, que escribí allá por finales del 2009, y en segundo lugar algunas de las fotos que tomé el 11 de marzo en el Jardín Botánico de Córdoba. Sin más, espero que lo disfrutéis y perdonéis mis ausencias.


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Fueron los sueños corriente abajo, sin esfuerzo, sólo dejándose llevar por el líquido elemento. 

Un día llueven sueños, los buscamos y los asumimos, a pesar de las rocas que nos encontramos por nuestro camino que nos hacen ir más lento. Las cataratas nos hacen caer, nos hacen daño, pero ahí estamos, luchando por abrirnos paso entre la piedra. Algunos de esos sueños se cumplen, y dejan de ser sueños para tomar vida y formar parte de la felicidad de los seres vivos; pero la mayoría, lamentablemente, acaban en el mar de los sueños, donde se ahogan entre la multitud. Millones de sueños no cumplidos, que quedaron perdidos, que quedaron olvidados, que se fueron para no volver.

A veces ocurre, como una vez pasó en tierras castellanas, que los sueños no fueron capaces de luchar contra las rocas, pero no se dejaron matar y vencieron a la tierra, volviendo a nacer. Esperanza, todo lo habían perdido menos la esperanza.
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domingo, 6 de mayo de 2012

Paseos Nazaríes (III): de la Puerta de Elvira al Genil

Retomamos nuestros paseos por Granada, en los que el último día vimos los alrededores de la Catedral y de la Chancillería, y nos quedamos andando por la Gran Vía granadina. Pues bien, al final de esta misma calle a la derecha, en la plaza del Triunfo, se encuentra la Puerta de Elvira, la primera parada de hoy.

Puerta de Elvira desde la plaza del Triunfo
Triunfo de la Inmaculada Concepción
La Puerta de Elvira es uno de los restos de origen árabe de la antigua muralla que rodeaba la ciudad, y por ella era por la que accedían a la ciudad los Reyes. Da acceso a la calle homónima, una de las principales de la urbe, formando parte antiguamente de un gran complejo defensivo con arco, puerta y patio, del que se perdió la mayoría en el siglo XIX. Los restos actuales de la Puerta de Elvira constan de un gran arco de herradura, y dos torretas internas, con sus almenas, todo ello elaborado en tapial en el siglo XIV.

Y ya que estamos en la plaza del Triunfo, hay que comentar que esta zona de la ciudad en la antigüedad era un gran cementerio a las afueras de la medina, y tras ello la amplia explanada sirvió como lugar de celebraciones y ferias, y en el siglo XIX se sucedieron en ella multitud de ejecuciones. A mitad de dicho siglo se transformó en unos bonitos jardines llenos de fuentes. Más tarde, con la apertura de la Gran Vía de Colón y la construcción de la Escuela Normal de Maestros, los Jardines del Triunfo quedaron divididos en dos, quedando aislado junto a la Puerta de Elvira el monumento que le da nombre: el Triunfo de la Inmaculada Concepción (o Inmaculada Concepción del Triunfo).
El Triunfo visto desde el Hospital Real

A este respecto, hay que decir que Granada fue la primera ciudad española en jurar defender el dogma de fe de la Inmaculada Concepción de María Santísima, y para conmemorar aquello se construyó un Triunfo dedicado a dicha imagen en la zona del Triunfo (valga la redundancia) en 1626, bajo las directrices de Alonso de Mena.

Retomando el tema de los Jardines, tras quedar divididos en dos por la construcción de la Normal, en la década de los sesenta de pasado siglo se decidió trasladar el Triunfo a unos nuevos jardines situados en la explanada de la antigua Plaza de Toros, a los pies del Hospital Real, a unos 250 metros de su posición original. Estos jardines consisten en una serie de caminos que se abren en forma de abanico que, desde el monumento del Triunfo, bajan hasta la avenida de la Constitución, con una gran fuente en la zona alta como telón de fondo. Destacan de él los hermosos cedros que pueblan las laderas, amén del fantástico monumento a la Inmaculada Concepción.

Y como ya hemos comentado, justo al lado tenemos el antiguo Hospital Real:


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Ventana plateresca del Hospital Real

El propósito original fue el de atender a los enfermos, soldados heridos, pobres y peregrinos que deambulaban por las calles de Granada después de la conquista de la ciudad. Posteriormente pasó a funcionar como manicomio y en él estuvo internado San Juan de Dios
Se escogió a Enrique Egas para levantarlo, y el edificio contiene una mezcolanza de estilos como el renacentista, el gótico y el mudéjar. De planta de cruz griega sobre un cuadrado, que en sus ángulos acoge cuatro patios simétricos. Se dispone en dos plantas principales, aunque en la zona suroeste se levantó una tercera, que sobresale al exterior con balcones y que se llama galería de los convalecientes. 

En la fachada principal podemos contemplar sus cuatro ventanas platerescas muy ornamentadas, que cada una es algo distinta a las demás. Su portada esta hecha con piedra de la Sierra Elvira y es obra de Alonso de Mena. En ella se aprecian cuatro columnas corintias y adornos de yugos y flechas, además de las estatuas de los Reyes Católicos y sus iniciales, la Virgen y el escudo de armas real, que sustenta el águila de San Juan. 

Fachada principal del Hospital Real
Destacan sus salas monumentales y sus elegantes patios, entre los que sobresale el de los mármoles. Actualmente acoge el Rectorado de la Universidad de Granada, que fue fundada por el nieto de los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V, del que hay una estatua en el centro de uno de los patios.

Fuente: www.guiarte.com
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Por cierto, el Hospital Real está rodeado de unos coquetos jardines muy bellos. Y una vez vista y reconocida la zona del Triunfo, nos vamos a buscar la Plaza de Toros, pasando junto a la Facultad de Medicina y el Hospital Universitario.

La Plaza de Toros de Granada fue inaugurada en 1928, de estilo neomudéjar (como otros muchos edificios de Granada), bajo las órdenes de Ángel Casas, tras la destrucción en un incendio de la antigua plaza de toros.

























Desde la plaza de Toros tomamos dirección sur para ir buscando el río Genil, pero de camino veremos unas cuantas cosas. Por lo pronto lo primero que nos encontramos es la Avenida de la Constitución, con su frondoso bulevar salpicado de estatuas en bronce de personajes influyentes en la historia de Granada, como son Federico García Lorca, Manuel Benítez Carrasco, Pedro Antonio de Alarcón, Eugenia de Montijo, María la Canastera, Elena Martín Vivaldi, Manuel de Falla, San Juan de la Cruz, el torero Frascuelo y el Gran Capitán.

Avenida de la Constitución, con la estatua de Eugenia de Montijo en primer plano
Al comienzo de la avenida de la Constitución, en su encuentro con la Gran Vía de Colón, hay una rotonda con una gran bandera de España.

Bandera de España
Portada de la Basílica de San Juan de Dios
Desde allí tomamos la calle San Juan de Dios, en la que precisamente nos encontramos la Basílica de San Juan de Dios. San Juan de Dios fue el fundador de la orden hospitalaria que lleva su nombre en el siglo XVI. Nacido en Portugal, a los once años se fue a Oropesa (Toledo), a los cuarenta años descubrió su vocación durante un sermón de San Juan de Ávila, marchando pues a Granada donde fundaría su primer hospital, y desde donde se extendió al resto del mundo, estando actualmente presente en 45 países.

La Basílica se comenzó a construir en el siglo XVIII, bajo las ordenes de José de Bada, y fue costeada por la propia orden para albergar los restos de su fundador, que reposan en el camarín del retablo mayor. En cuanto a su fachada, flanqueada por dos altas torres, está concebida a manera de retablo: dos cuerpos y tres calles. En las calles laterales del cuerpo interior se abren dos puertas y sobre ellas las imágenes de San Gabriel y San Rafael. En la central, más ancha, se encuentra la puerta principal; en la calle central del segundo cuerpo una gran hornacina acoge la imagen de San Juan de Dios, apareciendo en los laterales relieves alusivos a San Ildefonso y Santa Bárbara. Se remata la podada con frontón curvo partido, en cuyo centro aparece un medallón con un relieve de Dios Padre y sobre él una granada y una cruz, símbolo de la Orden. Las Torres, de dos cuerpos, más el de campanas, se rematan con capitel recubierto de pizarra.

Unos metros más adelante, nos encontramos con la iglesia de San Felipe Neri (actualmente con el título de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro). Se trata de un templo comenzado a levantar a finales del siglo XVII, de estilo renacentista y decoraciones barrocas, resultando un conjunto nada habitual por estas tierras.

Iglesia de San Felipe Neri
Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago
























Desde esta misma iglesia tomamos la calle de San Jerónimo (que ya tomamos en la primera entrega de esta serie para ir a la Catedral), en la que encontramos otra fachada peculiar como es la del Colegio Mayor de San Bartolomé y San Jerónimo. Creado en el siglo XVII, lleva más de 350 años recibiendo estudiantes de la Universidad de Granada.
Fuente de los Gigantes

Continuando nuestro camino, pasamos de nuevo junto a la Catedral, y nos adentramos en la plaza de Bibarrambla, en la que destaca en su centro la conocida como Fuente de los Gigantes, del siglo XVII y que fue trasladada aquí en 1940. Esta plaza es conocida por sus puestos de flores, y a modo de curiosidad, "Bibarrambla" significa Puerta del Río, y es que efectivamente junto a ella estaba la puerta de la medina que daba al río Darro. Esta puerta se demolió hace más de un siglo, pero varios granadinos recogieron sus piedras y la reconstruyeron a los pies de la Alhambra (como ya veremos más adelante).

Junto a esta plaza, y cruzando la calle de los Reyes Católicos, se encuentra el Ayuntamiento de Granada, que ocupa lo que fue el Convento del Carmen Calzado. Los carmelitas llegaron a Granada en el siglo XVI, pero tras la desamortización de Mendizábal, el Estado cedió el edificio al consistorio granadino, derribando éste la iglesia y el claustro viejo, ocupando el restante claustro nuevo, que se abre a la plaza del Carmen.



Ayuntamiento de Granada
Desde aquí marchamos hacia la ribera del río Genil, el segundo río más largo de Andalucía después del Guadalquivir, del cual es afluente. Junto a sus orillas encontramos multitud de jardines, paseos y caminos por el que pasear:

Iglesia de San Basilio desde la otra orilla
Cedro junto al Genil





Paseo del Salón
Río Genil
Fuente de los Leones (Paseo del Salón)




Fuente de las Granadas, al comienzo del Paseo del Salón
Pues esto es todo por hoy, que creo que tenéis bastante por un día. Solo me queda emplazaros para la cuarta entrega de nuestros Paseos Nazaríes...