Al fondo la plaza del Cristo de los Faroles (Córdoba) en Cruces
Ya llegó la primavera,
esa que la sangre altera,
con los aires de cambio
y la vida por bandera.
Viene volando bajo el sol,
que en un día de calor,
le da alegría y brío
a este simple corazón.
Ya llegan los olores,
la luz y el color.
Ya creo en la esperanza
de un mundo mejor.
Hoy os dejo con este pequeño poema que escribí hace ya dos años, dedicado a los personajes anónimos. Y aviso de que dentro de una semana procuraré retomar las actualizaciones sobre Granada.