martes, 14 de febrero de 2012

El regreso a la Ermita


Fue el 14 de julio de 2008 cuando, al mediodía de un día veraniego, se cubrió el cielo de Jerez y descargó una tromba de agua de esas que no se olvidan. Multitud de calles acabaron inundadas y entre ellas, como no podía ser de otra forma, la de la Calzada del Arroyo, que haciendo honor a su nombre se convirtió en río.

Las imágenes de la Hermandad del Perdón en el traslado a la Catedral el 17 de julio
Esto que os cuento no será la primera ni la última vez que ocurra. Pero aquel día algo había cambiado, y es que para lo que los hermanos del Perdón se prometía como el fin de sus problemas, se convirtió en el mayor de ellos, ya que la esperada urbanización de la zona en la que se encuentra la Ermita de Guía (que hasta ese momento se encontraba en medio de un solar abandonado y de condiciones poco higiénicas) conllevaba la construcción de la detestable mole de viviendas (actualmente presa de la burbuja inmobiliaria), y con ella la interrupción del cauce subterráneo de un arroyo que por allí pasaba. Todo ello ha llevado a que desde aquel día, cada vez que caía algo más de agua de lo normal, la histórica Ermita de Guía se viera llena de agua y barro. Por ello, el 17 de ese mismo mes, la hermandad del Perdón tuvo que exiliarse a la S.I. Catedral de nuestra ciudad, sede que hace aproximadamente un año cambiaron por la de San Dionisio (mucho más acogedora).


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        Sobre la Ermita de Guía:

"Es la más antigua ermita de la que se tiene noticias en Jerez, es conocida como "de Guía", documentada como "de la Alcubilla" y posteriormente titulada "de San Isidro Labrador". Está situada junto a la cuesta de la Alcubilla en la salida de Jerez camino de El Puerto de Santa María.

Se le empezó a conocer como Ermita de Guía pues se encontraba en la confluencia de caminos que iban a Sanlúcar, Cádiz y la Sierra, y servía de guía para los comerciantes de la época. En 1264 cuando Alfonso X conquistó Jerez, el edificio era un eremitorio que debía haberse encontrado en ruinas, deteriorado por el uso indebido que los musulmanes de la ciudad le ofrecieron, por lo que se construyó uno nuevo en el mismo lugar, inaugurándose en 1285. Fue cedido a una pequeña comunidad religiosa de frailes agustinos.

La Ermita de Guía en julio de 2008
La Ermita de Guía es quizás el templo jerezano que en mayor número de ocasiones aparece reproducido en grabados, dibujos y pinturas desde el siglo XVI. En 1643 los frailes agustinos se establecen en un nuevo convento. Abandonada la vieja ermita debió arruinarse, mandando el Cabildo Municipal en 1670, hacer una nueva ermita sobre los terrenos de la anterior, que se terminó el 4 de diciembre de 1675.
La portada de la ermita es de gran sencillez, tan sólo perfilada por un doble baquetón con orejetas y frontón triangular, flanqueado por jarrones a ambos lados en cuya base se sitúan los escudos de la ciudad. En la parte superior se ubica la espadaña, a la que da altura un basamento rectangular con el escudo de Carlos II, flanqueado por lápidas conmemorativas de la finalización de la ermita en 1675.

El interior es de reducidas dimensiones, sobresaliendo en él la bóveda de cañón labrada en piedra y dividida en tres tramos. Cada uno de éstos recibe una decoración geométrica diferente, destacando en el central el escudo de la ciudad, ya que el Cabildo municipal promovió su construcción.

La Ermita de Guía junto al nuevo edificio en febrero de 2012
Entre las innumerables donaciones realizadas a esta ermita entre los siglos XVI y XVII, está la imagen de Nuestra Señora del Socorro. Otra imagen venerada en este lugar y que da nombre al templo es la de Nuestra Señora de Guía. La primitiva imagen fue sustituida por una hermosa pintura sobre tabla que representa a la Virgen y al Niño con un lucero en la frente, lucero que serviría de guía a los caminantes que emprendían viaje y se encomendaban a la Virgen. Esta antigua tabla anónima de finales del siglo XV o principios del XVI, que ha sido restaurada, se encuentra hoy en la R. e I. Iglesia Catedral.

El entorno de esta ermita permanece casi inalterado desde hace cuatro siglos, al tiempo que la conservación del edificio es llevada a cargo por la Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón. Sin embargo su entorno inmediato está siendo destruido por la presión urbanística, lo cual ha motivó la solicitud del inicio de expediente de declaración BIC (Bien de Interés Cultural). Los trabajos arqueológicos previos llevados a cabo en el solar, han descubierto de momento restos de valor histórico. Actualmente se ha edificado un enorme edificio a su lado nada acorde con el entorno."

Fuente: www.semanasantadejerez.com
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Cruz de Guía nada más salir de San Dionisio, en la plaza de la Asunción

Capilla Musical de "La Misión"
Era una horrorosamente fría mañana de sábado, 11 de febrero, cuando tras misa de once y media se abrían las puertas de la Iglesia de San Dionisio, patrón de la Ciudad. A la hermandad del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, tras tres años y medio de exilio, le había llegado la hora de volver a su coqueta iglesia: la Ermita de Guía. Plaza de la Asunción, José Luis Díez, plaza Domecq, calzada del Arroyo... Todo ello acompañado de los sones de la Capilla Musical de La Misión, y centenares de fieles. Tras pasar por delante de la Catedral, llegó uno de los momentos más simbólicos del traslado: cruzar el Arco de Arroyo. Allí les esperaban una nube de fotógrafos ávidos de conseguir una instantánea de tan esperado instante.

Cristo del Perdón encarando José Luis Díez desde la plaza de la Asunción
Virgen del Perpetuo Socorro nada más salir de San Dionisio
Cristo del Perdón pasando frente al reducto catedralicio
Virgen del Perpetuo Socorro cruzando el Arco del Arroyo

Virgen del Perpetuo Socorro entrando en la Ermita
A continuación pasaron a los pies de la Gran Bodega Tío Pepe, donde la sombra del edificio y el fuerte viento del norte hicieron estragos y, por fin, llegaron al nuevo parque que rodea la ermita (especialmente diseñado para evitar nuevas inundaciones) bajo la atenta mirada de ese mastodonte totalmente vacío.

Se abrieron las puertas permitiendo entrar al cortejo del Cristo del Perdón, que tras entrar fue exaltado como si del Gólgota se tratase hace unos dos milenios. A continuación, la Virgen del Perpetuo Socorro entró en la iglesia y fue colocada en el altar, lo que culminó con los aplausos de los emocionados hermanos.




Pues esta ha sido todo sobre el traslado de la hermandad del Perdón de nuevo a su sede canónica. Ahora solo resta esperar que los sucesos de estos últimos años no vuelvan a producirse y sus hermanos no tengan que buscar cobijo en otros templos y hermandades.


Interior de la Ermita tras el traslado

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