domingo, 3 de julio de 2016

La Torre de las Siete Esquinas


Vistas desde el Mirador de las Niñas

 Hoy vamos a conocer una zona muy peculiar de la sierra Cordobesa: la torre de las Siete Esquinas: 
  
Lagar de las Niñas

Cartel del Lagar de las Niñas
Pues bien, si subimos en coche desde Córdoba por la carretera de Santa María de Trassierra, y tomamos a la derecha en la rotonda en dirección a las Ermitas, a escasos 700 metros encontraremos una pequeña carretera que nos llevará hasta el mirador de Las Niñas. Poco antes de llegar hasta este mirador, a nuestra izquierda se levanta el Lagar de las Niñas. Este antiguo cortijo, parapetado tras la cancela y su típico “PROHIBIDO EL PASO” pintado a mano, parece ser propiedad del Cortijo de San José (que pasamos anteriormente con el coche). Se configura como una serie de edificios de diferentes volúmenes, todos alrededor de un patio, y cuenta con unas vistas impresionantes de Córdoba y del valle del Guadalquivir. Sin duda alguna, ¡un lugar a tener en cuenta para cuando sea millonario! Esto a pesar de que su estado de conservación sea bastante deficiente y se utilice para guardar las bestias.

Carretera del Mirador de las Niñas

Gayumbas en flor, o retama de olor (Spartium junceum)

De camino a la Torre
 Si dejamos atrás el Cortijo, por la carretera llegaremos al Mirador de las Niñas, el cual sin duda nos proporciona una de las mejores vistas de Córdoba, concretamente de su zona oeste. El lugar está bastante bien, puesto que en algún momento hace mucho tiempo alguna administración quiso poner en valor este lugar, dotándolo de una rotonda que permita dar fácilmente la vuelta con el vehículo, pretiles e incluso paneles informativos, aunque todo ello bastante degradado. Lo peor del lugar sin duda, los restos antropogénicos de nuestros coetáneos que buscan expresar profundamente su amor. Vosotros ya me entendéis…

Desde el vértice del mirador sale un sendero, que tendré que recorrer en profundidad la próxima vez, que al parecer lleva a un sistema de cuevas de origen natural aunque muy modificado por la acción del hombre. No en vano estas cuevas fueron explotadas por sus recursos mineros ya por los romanos.

Pero vamos a centrarnos en la Torre de las Siete Esquinas. Para llegar a ella, tomaremos un sendero que se abre hacia el este por la carretera por la que hemos llegado. Este sendero, en un comienzo amplio y cómodo, rodeado de chaparros, durillos y madroños, se va cerrando hasta el punto de en algunos casos hacer complicado el tránsito por culpa de la frondosidad de las gayumbas. Tras llegar a un grupo de pinos, el amarillo de las gayumbas en flor se transforma en un jaral, y al fondo podremos ver la Torre de las Siete Esquinas sobre el valle del Guadalquivir.  

Llegando a la Torre de las Siete Esquinas
 
Clemátide o hierba del pordiosero (Clematis vitalba)
Cortijo abandonado
  
Trocha del Cobre
Esta torre de origen Califal (datada alrededor del año 858) formaba parte del sistema defensivo del lado norte de la capital andalusí, ya que tiene contacto visual con otras de los alrededores como la de las Palomas o la del Beato, así como con la propia ciudad. Pero no era esa su única misión, puesto que al parecer su función principal en origen era la de evitar la reconstrucción del Monasterio de Peña Melaria, el cual fue fundado sobre el año 825 por los Padres de la Esclarecida Virgen Mártir Santa Pomposa. Al parecer aquí residieron varios monjes mozárabes que dieron más de un quebradero de cabeza a los califas, como fueron San Pedro Mártir, San Fandilia y Santa Pomposa (estos dos últimos murieron decapitados). Quizás sea mucho especular, pero posiblemente las ruinas de este monasterio se encuentren bajo el cortijo abandonado que encontramos a escasos metros de la torre. No en vano, ambas edificaciones se encuentran en una terraza realizada en la ladera de la montaña. Pero no acaban ahí los posibles usos de esta torre, ya que a sus pies pasa el camino conocido como Trocha del Cobre, el que nos llevará ladera abajo hasta las cercanías del Castillo de la Albaida, ya a medio camino de Córdoba. Seguramente este nombre se deba a que por aquí bajasen los minerales extraídos en las cercanas canteras, y por tanto representase una fuente de recursos importante para el estado califal que era necesaria defender.

La Torre de las Siete Esquinas desde el cortijo
Torre de las Siete Esquinas
 
Torre de las Siete Esquinas desde la Trocha del Cobre
En cuanto a la torre, vemos que en su cara norte se abre un gran orificio, posiblemente originado por la erosión del antiguo arco de entrada. Aunque lo que más curioso para aquellos de mirada curiosa es que es una torre ochavada (es decir, tiene ocho lados con sus ocho esquinas), aunque en su interior la planta es cuadrangular. ¿Y a qué se debe entonces debe entonces este nombre? Pues parece ser que antiguamente se levantaba junto al lienzo de la muralla de Córdoba, en las cercanías de la parroquia de Santiago de la Ajerquía, otra torre también conocida como de los Siete Lados, por lo que posiblemente en algún momento de la historia se confundirían los nombres, algo muy común por otra parte en la toponimia de nuestras zonas rurales.

Esto es todo por hoy. ¡Espero que os haya gustado este lugar tan interesante, tanto histórica como paisajísticamente!




Torre de las Siete Esquinas

  Bibliografía:
www.iaph.es
eventourcordoba.es
notascordobesas.blogspot.com.es

Panorámica

jueves, 16 de junio de 2016

Otra mirada

Hay veces que nos fijamos en la armonía de ciertos lugares y no deparamos en los detalles. En otras ocasiones, son los árboles los que no nos dejan ver el bosque. Y también, puede darse el caso de que creemos conocer un lugar, pero en cuanto nos cambian el punto de vista habitual nos perdemos. Así, el centro de Córdoba es famoso por sus monumentos mundialmente conocidos y por sus calles con encanto, pero ni es oro todo lo que reluce ni vemos todo lo que hay.

En estas fotografías he intentado buscar aquellos detalles y aquellas perspectivas en las que nunca había reparado de una zona tan turística como la Judería y los alrededores de la Mezquita-Catedral. ¡Espero que os gusten y os animo a que juguéis e intentéis adivinar donde están tomadas estas fotos!























  

 





























































sábado, 18 de abril de 2015

Ruta de los puentes del Guadiato

Hoy vamos a recorrer una bonita ruta a orillas del río Guadiato, en la Sierra Morena cordobesa, que une historia y naturaleza. 

En la carretera que une Santa María de Trassierra con el barrio cordobés del Brillante se encuentra el puente de Los Arenales, que cruza el río Guadiato (afluente del Guadalquivir) a escasos kilómetros de la urbanización de Las Jaras. La ruta comienza en la margen izquierda del Guadiato, justo al principio del puente, que por una senda nos llevará todo el tiempo río arriba a escasos metros del mismo, a través de un bosque de pinos y de rivera. Al rato, la senda se une a un camino más amplio y llano, llegando a una zona en la que el bosque se abre dejando paso a una pradera jalonada de chaparros y acebuches, y vira al este, tomando el valle del Guadanuño que viene a desembocar en el Guadiato. A pocos metros, nos encontramos sobre este mismo río el primero de los puentes que da nombre a esta ruta. 

Se trata de un puente de origen romano, del que se conservan sillares y el arco del margen derecho, aunque posteriormente fue reformado en tiempos del califato. Consta de cuatro arcos de medio punto realizados con sillares de caliza, y se encuentra ligeramente alomado. La calzada romana que atravesaba este puente, y el que veremos posteriormente, unía la antigua Corduba con Emérita Augusta (Mérida), siendo también utilizado por los árabes como vía de comunicación de Extremadura con la capital califal. Esta ruta siguió en uso hasta el siglo XIX, uniendo Córdoba con Santa María de Trassierra.

Siguiendo con nuestro camino, atravesamos el puente y seguimos la vereda unos metros, para coger una senda que gira a la izquierda para volver a tomar la orilla del Guadiato. Al poco, el bosque se hace más denso y entre los pinos aparece el segundo de los puentes, llamado puente de la Tejera. Como ya se ha dicho, este también es de origen romano, aunque la práctica totalidad de lo que vemos hoy día procede de la época califal, siendo el segundo más largo de la provincia de esta época. Consta de ocho arcos de medio punto, estando el pilar de la margen derecha derrumbado, encontrándose todo él en bastante mal estado, aunque en conjunto resulta un lugar muy bello. Tras disfrutar un poco del paisaje y relajarse a orillas del Guadiato, toca volver por el mismo camino por el que vinimos.

Espero que os haya gustado y que también lo hagan las fotos que os dejo a continuación. ¡Hasta la próxima!

El Guadiato desde el puente de Los Arenales
Jara blanca (Cistus albidus)
Lavanda
A orillas del Guadiato
Río abajo
Jara negra o pringosa (Cistus ladanifer)

De lejos el puente sobre el Guadanuño

Se acabó el bosque
Puente romano sobre el Guadanuño
Guadanuño y su puente
Río arriba
Desde la otra orilla
Pradera
Puente de la Tejera
Camuflado
Aguas abajo del puente
Aguas arriba del puente
Pilar derrumbado
Alrededores del puente de la Tejera
Pecoreando en la lavanda
Cerca de la junta de los ríos Guadiato y Guadanuño